domingo, 26 de julio de 2009

Saer y "el lugar"

Desde los años sesenta y luego de doce novelas, Juan José Saer (1937-2005) se constituyó en la figura central de la literatura argentina. Construyendo su universo literario, en principio, desde una periferia geográfica: Santa Fe, logró sumar adeptos y lectores fieles. Una de esas lectoras sagaces fue la profesora María Teresa Gramuglio, que desde el libro de crítica "Saer por Saer" se convirtió en la primera en señalar la particular voz del escritor, sus estrategias a nivel textual y el conjunto de personajes que aparecen a lo largo de su obra. Así, de escritor de un grupo reducido y especializado, Saer fue ganando terreno y se constituyó en el gran escritor de la percepción que es. Dice Gramuglio: "Pues en esta escritura surgida de la negatividad y de la incertidumbre encontramos la construcción de una poética que desplaza las formas tradicionales totalizantes de representación para trabajar con un registro minucioso y reiterativo de la percepción, del recuerdo y de la conciencia de recuerdo, únicas instancias capaces de asir, en el tembladeral de "lo real" esas realidades inasibles que son materia de la literatura: el tiempo, el espacio, los seres, las cosas."
Saer surge en consonancia con las teorías del existencialismo sartreano y expresa una desconfianza en lo real del mundo y de lo humano nacida de las atrocidades del siglo sangriento: el siglo xx. Así su poética se concentra en el modo de expresar, en la "poiesis" de las palabras y en el análisis meticuloso del detalle. Sus personajes, sus escenas de reunión: el asado, las partidas de cartas resuenan en el lector una vez "degustadas"; como los buenos vinos, Saer es necesario para el buen vivir.
Así expresa él su modo de entender la literatura: "Lo central, en literatura, es la praxis incierta del escritor que no se concede nada ni concede nada tampoco a sus lectores: ni opiniones coincidentes, ni claridad expositiva, ni buena voluntad, ni pedagogía maquillada. No quiere ni seducir ni convencer. Escribe lo que se le canta."
Leeremos los cuentos "Un caso de ignorancia", "Discusión sobre el término zona" y otros fragmentos del libro "En la zona", donde están todos los elementos que luego se desplegarán en toda su potencia en sus novelas más paradigmáticas: "El limonero real", "Cicatrices", "El entenado", etc. Luego del debate posterior a la lectura, realizaremos ejercicios de escritura , para desde allí acercarnos también a la estética saeriana.
Juan Pablo

jueves, 23 de julio de 2009

El maestro de los cuentistas


Anton Chejov (1860-1904): “ Lo mejor es evitar toda descripción de un estado de alma. Hay que intentar hacerlo comprensible por las acciones de los héroes.”


La crítica moderna considera a Chéjov uno de los maestros del relato; el primer y el mejor cuentista de todos los tiempos. En gran medida, a él se debe el relato moderno en el que el efecto depende más del estado de ánimo y del simbolismo que del argumento. Sus narraciones, más que tener un clímax con una resolución de tipo aristotélico, crean una atmósfera por encima de la acción, una disposición de impresiones e ideas. Utilizando temas banales y cotidianos, Chéjov retrató el pathos de la vida rusa, anterior a la revolución de 1905: vidas de personas mediocres, situaciones triviales, llenas de tedio y soledad; personas incapaces de comunicarse entre ellas y sin posibilidad de modificar una sociedad que sabían que era inherentemente errónea. Algunos de los mejores relatos de Chéjov se incluyen en el libro publicado póstumamente Los veraneantes y otros cuentos (1910).


Tomaremos uno de sus cuentos: Zinochka, que tiene las características de un relato de iniciación, en el cual un niño de 9 años experimenta el mal y es testigo de las consecuencias nefastas de su acción; tiempo mas tarde se juzgará a si mismo.
Analizaremos el procedimiento de escritura de dicho texto, y dictaremos un par de premisas para llevar a cabo un ejercicio.

lunes, 20 de julio de 2009

Witold Gombrowicz, el polaco que eligió quedarse

Uno de los episodios más extravagantes en la historia literaria argentina fue protagonizado por un polaco, llegado a Buenos Aires en 1939, cuya estadía se extendió por casi un cuarto de siglo, un poco por accidente, pero también porque le atraían la ciudad y su gente.
Sin dominar el idioma, se atrevió a emprender la aventura de traducir su única novela, publicada en Polonia en 1937. Llevó a cabo la tarea asesorado por un puñado de amigos escritores, en jornadas que se realizaban –en debate muchas veces caótico– a lo largo de las tardes de la segunda mitad del cuarenta, en cafés del centro porteño. Se trataba de Ferdydurke, su famosa y particular novela, que luego cosecharía adeptos y detractores.
No lo deslumbraron los brillos europeizantes del grupo intelectual más prestigioso; el que rodeaba a Victoria Ocampo y la revista Sur. Se automarginó por el resto de las dos décadas y media que iba a permanecer en este país, deslumbrado por el potencial de la juventud, y más que nada los jóvenes –nada ilustrados, algunos recién llegados del interior– con los que alternaba ambiguamente en las inmediaciones de la Estación Retiro. De alguna forma encontró en la pujante Buenos Aires en crecimiento de los años cuarenta la confirmación de su filosofía planteada en Ferdydurke, donde coloca a la inmadurez como energía base de toda creatividad, contrapuesta al mundo adulto, mas vinculado a lo rutinario y desvitalizado. Witoldo, como lo llamaban, se encontraba en su elemento, vinculándose con esos oscuros muchachos (en doble sentido: por el color de la piel y por lo anónimos) en cantinas y plazoletas del "bajo" gran buenos aires.
Escribió novelas como Ferdydurke, Cosmos, Transatlántico, numerosos cuentos, diarios, ensayos y obras de teatro como El casamiento; Ivón, princesa de Borgoña; Opereta, etc
Tomaremos uno de sus primeros cuentos: La virginidad, editado junto a otros por Tusquets, en el libro Bakakai, (laguna de vacas) que alude al nombre de una calle del barrio de Flores.
Poco antes de morir, Witold Gombrowicz definía así este libro suyo :«Cuando releo estos cuentos lejanos, advierto que hay riqueza en ellos y que vibran sorprendentes cortocircuitos. Confieso, no obstante, que en estas páginas hay un elemento morboso, repelente, repugnante incluso. Es cierto. Reconozcamos a pesar de todo que esos contenidosrepelentes pierden repugnancia al convertirse en elementos de la Forma; su papel es funcional, obedecen a un fin superior : a la creación artística». Hoy, nadie pone ya en duda esta afirmación autojustificativa.
Analizaremos un par de procedimientos de ese texto excéntrico, impúdico y original, e intentaremos darle forma a un material que los contenga.

martes, 7 de julio de 2009

Rodolfo Walsh, "Ese" escritor

"Operación Masacre cambió mi vida. Haciéndola, comprendí que, además de mis perplejidades íntimas, existía un amenazante mundo exterior. Me fui a Cuba, asistí al nacimiento de un orden nuevo, contradictorio, a veces épico, a veces fastidioso. Volví, completé un nuevo silencio de seis años. En 1964 decidí que de todos mis oficios terrestres, el violento oficio de escritor era el que más me convenía. Pero no veo en eso una determinación mística. En realidad, he sido traído y llevado por los tiempos; podría haber sido cualquier cosa, aun ahora hay momentos en que me siento disponible para cualquier aventura, para empezar de nuevo, como tantas veces."

Rodolfo Wlash (1927- asesinado, desaparecido en 1977) agrega una página más a la violencia literaria iniciada por Echeverría y su Matadero en este bendito país. Poniendo el cuerpo nos dio una de las mejores uniones de la literatura con la realidad. Su cuento "Esa mujer" es un meticuloso registro de lo peor que puede producir este país( superior muchas veces a la más afiebrada ficción) Leeremos este cuento y lo confrontaremos con otro que estaba proyectando el escritor en el momento de ser asesinado-desaparecido: "Ese hombre".

lunes, 6 de julio de 2009

Raymond Carver (1938-1998) Realismo Sucio

"Allá por la mitad de los sesenta empecé a notar los muchos problemas de concentración que me asaltaban ante las obras narrativas voluminosas. Durante un tiempo experimenté idéntica dificultad para leer tales obras como para escribirlas.
Mi atención se despistaba; y decidí que no me hallaba en disposición de acometer la redacción de una novela. De todas formas, se trata de una historia angustiosa y hablar de ello puede resultar muy tedioso. Aunque no sea menos cierto que tuvo mucho que ver, todo esto, con mi dedicación a la poesía y a la narración corta. Verlo y soltarlo, sin pena alguna. Avanzar. Por ello perdí toda ambición, toda gran ambición, cuando andaba por los veintitantos años. Y creo que fue buena cosa que así me ocurriera..."

Del texto, "Escribir un cuento" de Raymond Carver

Maestro del relato corto, se lo considera un representante del género, enrolado bajo el nombre de realismo sucio, minimalismo literario, etc.

En la época de su muerte Carver era considerado un escritor de moda, un icono que América "no podría darse el lujo de perder", según Richar Gottlieb, entonces editor de New Yorker.
Sin duda era su mejor cuentista, quizá el mejor del siglo junto a Chejov, en palabras del escritor chileno, Roberto Bolaño.

En relación a esta idea, hay un cuento soberbio dedicado a los últimos días del referido escritor ruso, cuyo nombre es "Tres rosas amarillas", al cual tomaremos para su lectura, análisis y punto de partida de uno de los ejercicios de escritura.

escritura en situacion de riesgo

“Escrituras en situación de riesgo”

Seminario de introducción a la lectura y producción de textos, a partir de una serie de materiales literarios de diversos autores.
Los mismos han sido seleccionados de acuerdo a una noción de escritura en riesgo.
La podemos definir como la posibilidad de atravesar una contingencia o proximidad de un peligro. Lo cual implica el estar expuesto a perderse durante un trayecto.

Apropiarse de un proceso de escritura, sin los resguardos provistos por el techo de los cánones más tradicionales, dados por preceptos exteriores sino, por el contrario, afirmando aquello más irreductible, más cercano a lo interior y pulsional.

Asumimos, entonces, el valor del desvío y el accidente como situaciones privilegiadas para la construcción de universos narrativos originales.


Programa del seminario-taller

Autores: Antón Chéjov, Raymond Carver, Witold Gombrowicz; Franz Kafka, Tununa Mercado, Juan Jose Saer, Rodolfo Walsh, Jorge Luis Borges.

Se trabajará con un autor por encuentro. Luego de una breve introducción, su contexto, su producción y un decálogo de escritura, se leerán textos de su autoría.

A continuación se abrirá una discusión sobre la forma y el procedimiento de escritura presentes en ese material y, sobre los mismos, se impartirán consignas para un trabajo individual de producción escrita.

Formato

Duración: 2 meses (diez encuentros)

Horario: vespertino (aproximadamente dos horas)

Lugar : Librería Fedro

Arancel: a convenir

Coordinadores: Alfredo Martín y Juan Pablo Cicilio.

El material de fotocopias de los cuentos será provisto por los coordinadores del curso.