Desde los años sesenta y luego de doce novelas, Juan José Saer (1937-2005) se constituyó en la figura central de la literatura argentina. Construyendo su universo literario, en principio, desde una periferia geográfica: Santa Fe, logró sumar adeptos y lectores fieles. Una de esas lectoras sagaces fue la profesora María Teresa Gramuglio, que desde el libro de crítica "Saer por Saer" se convirtió en la primera en señalar la particular voz del escritor, sus estrategias a nivel textual y el conjunto de personajes que aparecen a lo largo de su obra. Así, de escritor de un grupo reducido y especializado, Saer fue ganando terreno y se constituyó en el gran escritor de la percepción que es. Dice Gramuglio: "Pues en esta escritura surgida de la negatividad y de la incertidumbre encontramos la construcción de una poética que desplaza las formas tradicionales totalizantes de representación para trabajar con un registro minucioso y reiterativo de la percepción, del recuerdo y de la conciencia de recuerdo, únicas instancias capaces de asir, en el tembladeral de "lo real" esas realidades inasibles que son materia de la literatura: el tiempo, el espacio, los seres, las cosas."
Saer surge en consonancia con las teorías del existencialismo sartreano y expresa una desconfianza en lo real del mundo y de lo humano nacida de las atrocidades del siglo sangriento: el siglo xx. Así su poética se concentra en el modo de expresar, en la "poiesis" de las palabras y en el análisis meticuloso del detalle. Sus personajes, sus escenas de reunión: el asado, las partidas de cartas resuenan en el lector una vez "degustadas"; como los buenos vinos, Saer es necesario para el buen vivir.
Así expresa él su modo de entender la literatura: "Lo central, en literatura, es la praxis incierta del escritor que no se concede nada ni concede nada tampoco a sus lectores: ni opiniones coincidentes, ni claridad expositiva, ni buena voluntad, ni pedagogía maquillada. No quiere ni seducir ni convencer. Escribe lo que se le canta."
Leeremos los cuentos "Un caso de ignorancia", "Discusión sobre el término zona" y otros fragmentos del libro "En la zona", donde están todos los elementos que luego se desplegarán en toda su potencia en sus novelas más paradigmáticas: "El limonero real", "Cicatrices", "El entenado", etc. Luego del debate posterior a la lectura, realizaremos ejercicios de escritura , para desde allí acercarnos también a la estética saeriana.
Saer surge en consonancia con las teorías del existencialismo sartreano y expresa una desconfianza en lo real del mundo y de lo humano nacida de las atrocidades del siglo sangriento: el siglo xx. Así su poética se concentra en el modo de expresar, en la "poiesis" de las palabras y en el análisis meticuloso del detalle. Sus personajes, sus escenas de reunión: el asado, las partidas de cartas resuenan en el lector una vez "degustadas"; como los buenos vinos, Saer es necesario para el buen vivir.
Así expresa él su modo de entender la literatura: "Lo central, en literatura, es la praxis incierta del escritor que no se concede nada ni concede nada tampoco a sus lectores: ni opiniones coincidentes, ni claridad expositiva, ni buena voluntad, ni pedagogía maquillada. No quiere ni seducir ni convencer. Escribe lo que se le canta."
Leeremos los cuentos "Un caso de ignorancia", "Discusión sobre el término zona" y otros fragmentos del libro "En la zona", donde están todos los elementos que luego se desplegarán en toda su potencia en sus novelas más paradigmáticas: "El limonero real", "Cicatrices", "El entenado", etc. Luego del debate posterior a la lectura, realizaremos ejercicios de escritura , para desde allí acercarnos también a la estética saeriana.
Juan Pablo